lunes, 17 de marzo de 2008

Otra torpeza más del gobierno colombiano

Los delegados de Colombia que asisten a la cumbre de cancilleres de la OEA, que se celebra estos días, saben más de maternidad de gallinas que de diplomacia… Los muy “listos” repartieron en la reunión de cancilleres una foto publicada por el diario el Tiempo, en donde aseguraban aparece Raul Reyes con supuestamente Gustavo Larrea. El asunto no pudo ser más bochornoso, pues el embajador de Ecuador puso el grito en el cielo diciendo que ese no era Larrea. Más adelante, el embajador de Argentina confirmo que la persona que estaba al lado del guerrillero era Patricio Echegaray, el secretario general del Partido Comunista de Argentina.

El suceso demuestra que la dirigencia política de nuestro país es poco idónea e inoperante. Pero además, confirma que lamentablemente adolecemos de un periodismo serio, veraz e imparcial; que lo único que hace es azuzar una confrontación políticas en donde nosotros fuimos los agresores. Lo recomendable sería mejor analizar las cosas con cabeza fria y promover un dialogo con serenidad y respeto.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Satisfecho se declaró el ministro del Interior ecuatoriano, Fernando Bustamante, con las excusas que le ofreció el diario El Tiempo por haber dicho que una persona que aparece en una foto con el guerrillero ‘Raúl Reyes’ era el ministro de Seguridad ecuatoriano, Gustavo Larrea, cuando no lo era.

Según dijo Bustamante, Larrea se encuentra muy molesto con el hecho, pero que, por ahora, descarta que se presenten acciones legales contra el periódico colombiano.

Pero el penoso episodio sirve para incrementar las dudas de Ecuador sobre los documentos encontrados en el computador de Raúl Reyes porque han salido a la luz pública en los medios de comunicación sin que se haya hecho ningún peritazgo aún.

Anónimo dijo...

¿Quién que tenga acceso al contenido de los computadores de Alias Reyes, por su cuenta y riesgo personal, osaría suministrarla a la prensa? Pareciera que las órdenes se impartieran como en la película “Misión Imposible”: “si esta misión es descubierta nosotros no tenemos nada que ver y esta cinta se autodestruye en cinco segundos y van cuatro…” ¿Cuántos de los informes de “inteligencia” han sido, como la foto y nombre suministrados al diario El Tiempo? ¿Cuántas muertes de inocentes acusados de ser “auxiliadores” de la guerrilla, ejecutadas por terroristas-paramilitares, fueron proveídas de esa misma manera?... ¡Colombia y el mundo merecen una explicación!...

Anónimo dijo...

El artículo informativo no está muy bien pensado,ni redactado.El caso es que no puede pasar desapercibido el hecho de que Colombia,exactamente su gobierno,cometió una gran falta,imperdonable es un EStado de Derecho respetuoso del mismo.Rl Gobierno Colombiano cometió un error autorizando invasión del espacio territorial ecuatoriano y la advertencia de la OEA debe ser bien vlara.Un país no debe invadir con sus tropas territorio de un país vrcino porque viola una ley soberana y la hermandad de pueblos bolivarianos.ESTOS HECHOS NOS AVERGÚENZAN COMO COLOMBIANOS.

Anónimo dijo...

El artículo informativo no está muy bien pensado,ni redactado.El caso es que no puede pasar desapercibido el hecho de que Colombia,exactamente su gobierno,cometió una gran falta,imperdonable es un EStado de Derecho respetuoso del mismo.Rl Gobierno Colombiano cometió un error autorizando invasión del espacio territorial ecuatoriano y la advertencia de la OEA debe ser bien vlara.Un país no debe invadir con sus tropas territorio de un país vrcino porque viola una ley soberana y la hermandad de pueblos bolivarianos.ESTOS HECHOS NOS AVERGÚENZAN COMO COLOMBIANOS.

Anónimo dijo...

Uribe acerca gasolina al fuego para alejar, bien lejos, los esfuerzos por la paz. Recalienta la región y da oxígeno al al Plan Colombia-Plan Patriota y a la estrategia militar estadounidense-colombiana de caotizar Latinoamérica y el Caribe, en consonancia con los intereses hegemonistas que se cocinan y re cocinan en Washington. EE.UU. manda a matar y Uribe mata, dando rienda suelta al macabro proyecto imperialista de llevar la guerra allí donde le sea funcional a su escalada global. Contrariando, así, sin escrúpulos, las reiteradas demandas —y también, exigencias- de respeto a la soberanía y a la integración que la mayoría de los gobiernos y pueblos latinoamericanos y caribeños, hacen en procura de vivir con dignidad. EE.UU. manda a matar y Álvaro Uribe obedece. No sólo porque es un peón de Bush, sino porque ideológicamente es un calco, en miniatura, del criminal de guerra con asiento en la Casa Blanca. Hace un tiempo ya que Álvaro Uribe grita a los cuatro vientos por la paz en Colombia y por la vida de las personas prisioneras de las FARC. Sin embargo, cuando más se entusiasmó con ser el abanderado de "los rescates de rehenes" tuvo que soportar el protagonismo de Chávez, metido a garante de los canjes humanitarios que, hasta aquí, no fueron canjes sino decisiones unilaterales de las FARC. Salvo con mentiras y un simulado aplomo de rostro casi lívido, Uribe ocupó —especialmente durante la liberación de las primeras prisioneras de las FARC- un costado del escenario político y mediático, aunque no como lo esperaban y deseaban sus mandantes norteamericanos. Con algunos magullones diplomáticos y sin poder sacarle debido provecho al "retorno de las rehenes a su vida familiar", Uribe partió rumbo a Europa. A continuar el plan impuesto: alzar la voz por la paz y a seguir tejiendo la guerra detrás del telón. Prometió el oro y el moro, y mucho más que eso, a Nicolás Sarkozy, presidente de Francia. Fundamentalmente ofreció no entorpecer las gestiones por la

Habitantes de la calle.