viernes, 30 de noviembre de 2007

REQUIEM POR LA UT

Porque todo muerto después de cierto tiempo huele a feo

Que pasa en la UT?. Es indudable que algo huele mal. Aunque algunos administrativos se empeñen en tapar las ollas podridas, en esconder las muestras fehacientes de ineficiencia e incapacidad, la realidad nos muestra que la actual-eterna administración de DON RAMON, dado que maneja la universidad peor que una vecindad o una finca, ha matado lo poco de calidad académica que tenia la institución.

Tratemos de ver otros elementos de la problemática actual de la UT, a pesar de que los oídos sordos, la torpeza política y el autoritarismo del DON y la mayoría de las cabezas administrativas de la universidad, se resistan a aceptarlas.

Que pasa con los profesores?. El déficit de profesores de planta es una realidad de a puño. Es necesario que la administración restituya la planta de profesores de la universidad, puesto que ya es un hecho que hay un déficit grave que afecta el normal funcionamiento de las carreras que fueron históricamente de relevancia nacional.

Los datos confirman la triste realidad. La universidad cuenta con 153 profesores de planta en servicio activo. Pero la administración muestra cifras que no corresponden con los hechos. Se reportan 211 profesores, de los cuales unos se encuentran en comisión de estudios, sabático, y muchos en la parte administrativa, lo que hace que la cifra de 211 no sea cierta. Pero como las estadísticas se interpretan según el interés de quien las emite, se les “olvido” que existen 15 profesores de medio tiempo, es decir 7.5 profesores de planta; 10 becarios, es decir, que estos 10 profesores de planta solo serán profesores de planta de tiempo completo hasta dentro de 5 años.

Es necesario que la administración restituya en todas las facultades los profesores que se han pensionado e incluso fallecido. Las facultades de Veterinaria, Agronomía, Forestal, y Ciencias tenían una base numerosa de profesores de planta, lo que les representaba social y académicamente uno de los mayores reconocimientos nacionales e incluso internacionales por ser unidades académicas de excelente formación y práctica profesional; los profesionales de estas épocas se caracterizaban por ser los mejores en sus áreas respectivas. La propuesta es concreta, restituir los 10 profesores de planta de veterinaria, los 15 de Agronomía, los 15 de biología, y los demás de cada programa. Esto como garantía inicial de calidad académica de los programas históricos de la UT, mientras se nombran profesores para los programas recientes de las demás facultades.

En estos momentos es evidente la desproporción del número de profesores entre Facultades y programas, a lo que la administración respondió con una falacia más que evidencia las grandes actitudes histriónicas del señor rector. Como medida paliativa se propone la contratación global y el impulso de los programas de becarios. La política de becarios es un pegado con mocos porque la asignación de dos becados por facultad no va a solucionar el problema de desvinculación acelerada que tiene la universidad.

La vinculación global que propone la administración en el comunicado que emiten para los estudiantes de MVZ no tiene solidez académica porque supone la contratación general de profesores que entrarían en un limbo laboral que los tendría asaltando matas y tapando los huecos que no quiere resolver el rector. Es algo así como poner a todos lo maestros que vinculen en un “fondo común” y que hagan de toderos para todas las carreras que tiene vacíos. Algo así como profesores con un mar de conocimientos y un centímetro de profundidad. Todas las carreras requieren de profesores especializados para materias especializadas. Una universidad seria no puede tener profesores toderos.

Por su parte los pocos profesores que hay, perdieron su capacidad crítica y de trabajo. No cumplen con las horas de asesoría. No hacen una buena docencia, la gran mayoría ni siquiera prepara sus clases, pues sus papeles amarillos demuestran que enseñan lo mismo que hace 30 años. El estamento profesoral es ahistórico y anacrónico. La investigación que realiza es un ejercicio meramente formal, pues la producción intelectual no corresponde con el tiempo utilizado y los recursos otorgados.

Que pasa con los recursos financieros? Como todo buen régimen dictatorial, la UT mejora su infraestructura física y deja a la deriva la esencia misma de su quehacer: la academia. Mientras los niños en Colombia se mueren por desnutrición, de enfermedades curables, el gobierno invierte en vías, armas, más burocracia, infraestructura y en sacar a los parapoliticos de la cárcel. Y ante los ojos de la opinión publica el país esta bien, la economía crece, la inversión extranjera aumenta, las riquezas nacionales mejoran.

En la UT guardando serias proporciones también pasa algo similar: los programas de MVZ, Agronomía y agroindustrial son acreditados en ALTA CALIDAD. La imagen que vendemos es idílica, la UT es manejada por dioses que ante la carencia de recursos hacen magia, la UT produce año tras año un súper habit de más de 6.500 millones de pesos. El ministerio nos felicita por ser ejemplo. Pero hilamos fino todo esto es una FARSA, UNA ESTAFA.

La universidad construye un embalse que costo casi 1.800 millones de pesos, que nunca se va a llenar. Licita para comprar un hospital sin tener claro un proyecto académico. Gasta más de 5.000 millones de pesos en instalaciones que los profesores no utilizan (LA MARIA); en este mismo sitio se les olvido construir verticalmente, cuando la realidad demuestra que eran los lotes mas caros de la ciudad, y sin que esto importará realizaron facultades de cartón. Compra el edificio de Cooperamos sin saber para qué. Compra dos lotes en Miramar y el consejo superior no aprobó la construcción de la sede sur.

Mientras tanto, los bienes muebles de la UT están mal diseñados, que se caen, con chorros de agua, porque ya no son goteras; la granja de armero parece una porqueriza. La biblioteca sigue inconclusa. No hay sillas para estudiantes. Se niegan los apoyos estudiantiles. Y, como si esto no importara la administración sigue invirtiendo en elefantes blancos. Es evidente que más de 7 años de administración no han sido suficientes para que el rector conozca la Universidad y asuma su papel de máximo líder académico de la UT, mejor dicho: este medico no sirvió, porque nunca entendió que estaba en una universidad.

El número de funcionarios aumenta a destajo… se contrata a supernumerarios los cuales carecen de garantías dignas de trabajo. Se incorporan en cargos de planta a los que tienen la venia politiquera, sin importar que existan supernumerarios que llevan más de 15 años en la Institución. Quien cuestione, critique, o pelee, sencillamente no se le vuelve a llamar, como mecanismo de defensa del pensamiento único.

La Universidad del Tolima NO ES PUBLICA, por si no nos hemos dado cuenta, el Estado sólo aporta el 48% de nuestro presupuesto. Tampoco somos una Universidad AUTONOMA, el gobierno define que programas se pueden abrir dependiendo de unas condiciones mínimas. Los administrativos hacen negocio con los estudiantes, nos cobran los cursos libres; nos cobran por graduarnos; nos cobran por demorarnos más del tiempo estipulado para graduarnos; por entrar en continuidad académica, así no hagamos uso de ningún servicio; las hojas de vida académica son las más caras del país; hay que pagar por el formulario de inscripción y ésta en su fase final es de las más altas del país.

La incapacidad de gestionar recursos es tan grande que los únicos que hacemos que los proyectos especiales funcionen somos los estudiantes. Los vínculos que establece la UT con la empresa privada son generalmente gratuitos; los que se establecen con el sector público igual y, desde ningún punto de vista, se generan proyectos de extensión universitaria que ayuden a solucionar los problemas concretos que la mayoría de la población requiere.

Como si lo anterior no bastara, la universidad abre programas sin ningún profesor de planta, sin laboratorios, sin base bibliográfica, sin prácticas y como si esto no fuera importante se siguen y siguen abriendo nuevos programas que en el futuro cercano serán canteras de inconformismo. Es una bomba de tiempo encima de una olla podrida. Es un robo el que nos hacen.

Que pasa con los estudiantes? De manera autocrítica nos toca asumir que desde hace mucho tiempo no pasa nada con nuestro sector. El rol de estudiante implica estudiar, ser los mejores en nuestro campo disciplinario. Por estar estudiando en una universidad “pública” significa también compromiso social, con miras a la transformación y superación de los principales problemas, económicos, sociales, culturales, ambientales, etc., por los que atraviesa la mayoría del pueblo colombiano.

Lastimosamente nos quedamos en la rumba, en la diversión, en lo cotidiano, sin mirar más allá del ombligo propio, perdiendo nuestra más importante fuerza, nuestra capacidad creativa y de propuesta. Desde hace mucho en esta Universidad los estudiantes no proponemos alternativas serias para superar la crisis que padecemos. Para muchos los mejores profesores son los que poco exigen, los que poco vienen, los que no “joden”. Nos comportamos como objetos que deben ser llenados de conocimiento dado que no somos capaces de entender que también somos sujetos portadores de saber y conocimiento.

Que pasa con los decanos?. Estos señores se dedicaron a la burocracia institucional, a poner su mejor sonrisa, a bailotear con las secretarias en las fiestas VIP, con previas cuotas entre 50 y 100.000 pesos. Los contratos que realizan en lugar de entrar a las arcas de la institución llegan a los bolsillos de sus profesores consentidos. Su máximo espacio por excelencia, el Consejo Académico no produce desde hace mucho tiempo ningún lineamiento académico. A la mejor usanza de los politiqueros establecen clientelas por toda la Universidad.

La reelección de la incapacidad administrativa es evidente. La “democracia” normativa para la elección de los decanos refleja fehacientemente la inmadures política de la comunidad universitaria. Se juega al desgaste, al silencio y la confusión haciendo pruebas que son solo un juego de niños para demostrar el poder unilateral del rector, quien las inventa las hace, las califica y nunca las muestra.

Que pasa con el rector? Como en el juego de donde esta Javier, los estudiantes buscamos al rector. No da la cara; no lidera ningún proceso; no se mete con nadie; es un buenazo; es medias aguas, ni chica ni limonada. Lleva tres semanas sin estar en la universidad, se la pasa viajando y gestionando recursos que nunca llegaron en más de 7 años. Piensa que evitando hablar con los estudiantes demuestra su autoridad como rector. Es generoso con el actual presidente del partido de la U, adjudicándole puestos a sus familiares, amigos y vecinos. Se dirige al nuevo gobernador de manera arrodillada y sumisa. Es un improvisador de tiempo completo. Don sonrisas. Y mientras tanto omite, esconde, silencia, encubre, confunde, engaña, manipula, evita, enmaraña, enreda, y juega al desgaste de los estudiantes.


Rector usted es un funcionario más y debe velar por los intereses de la universidad y la educación, no solamente de poner pecho ante los delegados del ministerio diciendo cosas maravillosas que nunca hace... ¿De que calidad académica habla si no hay profesores?

Nota: a los estudiantes: aunque el momento es de incertidumbre, las cartas están echadas y es el tiempo justo para que en lugar de solo preocuparnos por la nota; por las nenas y los manes; por el partido y la reina de Colombia, construyamos nuestro futuro asumiendo nuestra verdadera responsabilidad social y política. A los profesores y trabajadores que también se asuman y se sumen a una de las primeras peleas que hay que dar por la defensa de la calidad académica de la universidad, dejen de pelear solamente por el sueldo, dejen de mamar gallo y tómense el tiempo de pensar para que y para quien trabajan y recuperen su capacidad de critica. A los administrativos solo queremos decirle que la academia es primero y es lo que le da sentido a su trabajo, además gracias a la UT sus hijos pueden tener la posibilidad de un futuro más digno. Al rector, negros serán tus ojos que no te vimos.

Colectivo universitario: Zapatito Cochinito, cambia de pie…

3 comentarios:

Anónimo dijo...

EXIJAMOS QUE EL RECTOR NOMBRE A LOS DECANOS QUE LOS ESTUDIANTES ELIGIMOS EN LAS URNAS. DEMOSTRAMOS QUE JUNTOS PODEMOS SER...QUE DERROTAMOS LAS MAQUINARIAS

Anónimo dijo...

El director de Investigaciones es un politiquero, que regalo a la Universidad de Ibagué, 100.000.000 de pesos. Ademas fue puesto unilateralmente violentando los estatutos de la UT.

Anónimo dijo...

No me digan más. yo estuve hablando con algunas personas y la olla podrida de la UT esta grande.

Habitantes de la calle.