jueves, 29 de mayo de 2008

Falleció sociólogo Eduardo Umaña Luna

El cuerpo del fundador de la facultad de sociología de la Universidad Nacional será en el aula máxima de la facultad de Derecho del claustro.

En 1998, cuando el profesor Eduardo Umaña Luna asistía a las exequias de su hijo, el asesinado defensor de derechos humanos Eduardo Umaña Mendoza, tomó la palabra y se dirigió a los asistentes a la Plazoleta Che Guevara, de la Universidad Nacional.
En medio de su pesadumbre se atrevió a decir que el único culpable de la muerte de su hijo era él, porque desde niño le había enseñado palabras de justicia social, de equidad, de defensa de los más pobres, de los trabajadores...

Y esas palabras las volvió a repetir hace un mes, cuando a través de un video asistió al homenaje que le hicieron en la conmemoración de los diez años de la muerte de su hijo.

Ese es el mayor recuerdo que tiene Rafael Galvis de su entrañable maestro Eduardo Umaña Luna, que murió ayer en Bogotá a los 85 años.

Luis Fernando Páez, que en el 2003 escribió una biografía de Umaña Luna para Universia, recuerda que desde pequeño el maestro enfrentó una infancia marcada por el abandono, la soledad y la tristeza.

"No era propiamente un gamín...no sé cuál sería mi posición social ante el mundo desde un punto de vista sociológico. Yo tenía todo, pero no tenía nada. No tenía padre, pero era el hijo de un hombre notable que terminó dominando el Senado de la República. Tenía casa, pero no tenía casa. Tenía familia sin tener familia. Para mí hubiera sido mejor ser un gamín de los comunes y corrientes, que no poseen nada y que, por esa misma circunstancia, tienen una definición ante la vida. Mi vida era la indefinición total, la indecisión, la ambigüedad", recuerda Páez que decía Umaña Luna.

A esas circunstancias es a las que el autor le atribuye los temas que marcaron la vida de uno de los mayores defensores de los derechos humanos: la defensa por la dignidad humana, la libertad y la conciencia individual.

Umaña Luna estudió ingeniería en la Universidad Nacional y luego se pasó para el Instituto de Ciencias Económicas de la Facultad de Derecho, pero en 1948, se fue a estudiar derecho al Externado de Colombia.

Trabajó como secretario del poeta Eduardo Carranza en la Biblioteca Nacional y compartió con intelectuales como Rafael Maya, Luis Vidales, Arnoldo Palacios y León de Greiff. Y tuvo como maestros a Darío Echandía, Gerardo Molina y Ricardo Hinestrosa.
Mañana será su cremación a las 11 de la mañana.

Catedrático y defensor de los presos políticos

Eduardo Umaña Luna fue docente en las universidades Nacional, Libre y Externado. Autor del libro 'La Violencia en Colombia'.

Fue cofundador de la Facultad de Sociología de la Universidad Nacional, junto con Orlando Fals Borda y Camilo Torres Restrepo. En sus primeros años como profesional se dedicó a defender a presos políticos. Fue distinguido como jurista emérito del Colegio de Abogados.
tomado de El Tiempo

15 comentarios:

Alternativa amarilla dijo...

Maestro buena partida!!!. se nos fue otro de los grandes...tu ejemplo siempre vivo...

Anónimo dijo...

Soy abogado tambien, manizaleño y orgulloso de tener ejemplos no solo del profe umaña luna sino de su recordado hijo umaña mendoza. lo mas bonito de todo es que su paso por la vida no fue inutil, sino por el contrario, dejó una importante huella, una enseñanza. tu como nuestros mártires de la época son los que hoy mantienen viva la ilusión, el deseo de transformar de fondo esta caduca sociedad. !!!! vives en todos nosotros maestro¡¡¡¡¡¡¡

Anónimo dijo...

Gracias maestro eduardo, por tus enseñanzas, gracias por haber puesto en nuestro lenguaje palabras como: justicia social, libertad, hambre, lucha y tantas otras que hoy hacen que te recordemos mas haya de la muerte, gracias maestro, con tu ejemplo de lucha hasta siempre.

Anónimo dijo...

Un poeta, un intelectual, un humanista.un hombre de letras, un estudioso, un lector metódico. un colombiano con un vitalismo enorme, sensiblizado por el drama de sus coterráneos, la sociedad ! el problema de el capital de marx , los que lo hayan hojeado siquiera, y más los que se dedican a volverse eruditos en él, saben, sabemos, que marx es un matemático, que demuestra la caída del capitalismo por su propio peso. digamos que este maestro era otro de esos grandes colombianos que despues de leer uno mucho, se vuelven de lo que llaman izquierda, y hay , el ala comunista de que a la fuerza, y el ala moderada, los que nunca van a tomar las armas para alzarse contra el estado. que solo escriben cosas originales. cómo lópez michelsen que siempre decía algo inusitado. un pacifista, uno que sabe todo lo que pasa en colombia, y en el mundo, y que solo tiene, su pluma, su esfero o su computador para hacer lo que más sabe, escribir! escribir sobre su patria.

Anónimo dijo...

Paz en la tumba de este gran intelectual. sus escritos son de admirar. aporto mucho a la causa de los mas necesitados.

Anónimo dijo...

El timbre de la voz de eduardo umana luna era la misma de un volcan en erupcion, solo que las sustancias que emanaban de sus recias trepidaciones, eran las mas transparentes propuestas al amor a la fraternidad y a la armonia...adios maestro, gracias por habernos dado la oportunidad de compartir de su bondad....hoy evoco tu presencia juvenil, en camisa a cuadros como profesor en san bartolome asi tambien en la universidad nacional, consolando a dona isabel por la partida de su hijo el padre camilo torres, intuyendo quiza que mas tarde seria el quien sufriria la injusta ausencia de su propio hijo, tambien martir, tambien bueno, tambien colombia....adios maestro, gracis por haber existido....

Anónimo dijo...

Seguimos perdiendo a los seres que enaltecen nuestra identidad. el maestro umaña luna dejarà un vacío enorme en la vida intelectual del paìs y en la conciencia de los que se preocupan verdaderamente por la dignidad de la vida y los derechos de los mas desprotegidos.que su ejemplo y sus ideas guien a quienes aman y luchan por una naciòn justa, equitativa que le dicen no a la injusticia, a la impunidad y el abandono.gracias maestro umaña y consuelo a sus familiares jose o.

Anónimo dijo...

Paz en su tumba desde muy joven fui su admirador, igual que el de su hijo y tuve la oportunidad de asistir a una conferencia sobre derechos humanos hace 6 años, me quedaba bastante corto en mis apreciaciones, fue realmente mas brillante de lo que pensaba; aunque recien motilado estaba yo e iba con la mujer que amo, mi esposa, fue comico escuchar referirse a nosotros como "los infiltrados de un estado terrorista", aunque estoy totalmente de acuerdo con lo ultimo. no tuve la suerte de poder estrechar su mano ni manifestarle mi admiración cada vez mas grande.

Anónimo dijo...

Intelectuales como eduardo umaña luna, orlando fals borda, politicos honestos el fallecido excanciller lievano aguirre hacen falta en colombia. hoy en dia la historia y las ciencias politicas, la sociologia las dictan desde los microfonos de la radio periodistas como julio o gossain, que no ninguna preparacion academica de peso. cualquiera abre en el tiempo una columna de opinion como renteria el comentarista de peluqueria, y esa esos son los orientadores con los cuales se forma la opinion publica colombiana. no hay que extranñarse entonces por qué la gente vota tan mal en ese pais y lo peor, no le pide cuentas a sus gobernantes. hacen marchas inmensas para que desaparezcan las farc y no mueven un dedo ante la corrupcion del congreso...

Anónimo dijo...

Eduardo umaña luna, intelectuales, formadores como este, serian objetivo de homenaje en cualquier democracia avanzada. aqui son motivo de amenaza, en este pais de narcos y delincuentes. eduardo umaña luna, gran formador de muchas generaciones de estudiantes, descansa en tu tumba y al lado de tu hijo. aqui nunca le perdonaran que no tuviese pelos en los dientes. pero pasará a la historia, por ser un gran intelectual, maestro, hombre de letras, gran orador, lucido, orientador y sobre todo humanista. ya quisieran los actuales profesores , politicos, intelectuales etc... llegarle al tobillo. eduardo umaña luna nunca vendio sus principios

Anónimo dijo...

Compartió su vida, generosamente, estudiando, investigando, aprendiendo y enseñando. un colombiano útil, productivo, que no se enconchó, sino que se abrió a buscar las causas y a proponer soluciones a la problemática nacional. enalteció su paso por la exisitencia, lo admiramos, lamentamos su ausencia física,pero sigue con la patria en su obra, sus enseñanzas y sus ejemplos. ojalá tuviéramos un poquito de valor para levantar un monumento, como se hace en todos los paises civilizados. pero su presencia en nuestra memoria será una grata compañía.

Anónimo dijo...

Excelente ser humano, gran maestro, bondadoso. no se me olvidarán sus enseñanzas en la u. nacional, ni su voz, fuerte como un huracán, de la que solo salían ideas para vivir con dignidad y altruismo. la paz que no consiguió en el mundo que la consiga en el más allá.

Anónimo dijo...

Le recuerdo gritando ... perdón si ! ... olvido jamas !!!! .... maestro descanse en paz.

jemaoch dijo...

SALUDO DEL DISCÍPULO AL MAESTRO EDUARDO UMAÑA LUNA
(Palabras pronunciadas en el auditorio Camilo Torres de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Nacional de Colombia).


Pese a un agnosticismo que compartimos, no es esta una despedida. No es este ningún adiós. El maestro Umaña Luna ha trascendido a través de una lucha sin par por los derechos humanos en un país que diariamente los preconiza, pero que segundo a segundo los desconoce. Desde los albores de una juventud rebelde frente a la misma casta a la que pertenecía, se perfiló como un verdadero revolucionario, el que abandona las comodidades y las seguridades heredadas de generación en generación en las famélicas familias que mal nos han gobernado. El maestro renunció a ellas, y se sumó al ejército de los más, al de los abandonados, al de los desposeídos, al de los ultrajados históricamente en una dialéctica que aun mantiene al amo en hombros del esclavo. El maestro supo reconocer el momento histórico que lo rodeó, no se abandonó a idearios propios para realidades ajenas, para mundos extraños; jamás se maridó con utopías que obedecen a otros contextos, el maestro Umaña Luna fue así el más latinoamericano de los latinoamericanos, el más colombiano de los colombianos, se reconoció como sujeto de un mundo polarizado, y luchó siempre, desde estas periferias, por la dignidad de los seres humanos y de los pueblos. El maestro Umaña Luna es el titular de los Derechos Humanos en Colombia.

El maestro Umaña Luna ha trascendido como sujeto de facto y de intelecto. No fue el académico que encuentra soluciones idealistas en el marco de formulas que jamás han contemplado la realidad del mundo; él vivió el mundo para poder hacer ejercicio intelectual, contempló la problemática de una Colombia que se desangra desde épocas inmemoriales, rastreó la génesis de la violencia en nuestro país; fue así el Científico puro, el que conecta teorías con realidades, hechos con apotegmas. Más de treinta libros dan testimonio de esa consagración. Más de mil conferencias hablan de ellos. Millones de colombianos así lo reconocemos. El maestro Umaña Luna es el primer científico de la nación.

El maestro Umaña Luna consagró su vida al ejercicio más puro y digno que la humanidad halla podido generar; desde al año de 1953 enlazó su destino con el mundo de la docencia; supo entonces la necesidad de dar al pueblo elementos necesarios para generar su propia conciencia; desde ahí no hubo día en que no supiera la responsabilidad que tenía como guía de los miles de jóvenes que abandonamos los surcos de nuestras parcelas con la intención de perfilar un mejor futuro para nosotros, para los nuestros..... Y el maestro Umaña Luna nos agregaba la responsabilidad de labrar, desde las aulas universitarias, un mejor futuro para todo el país, nos dice: la bondad de la mayoría de los colombianos, la estratégica ubicación del país entre los dos océanos, su riqueza natural, su empuje industrial, el duro trabajo de nuestros asalariados. (No; somos ajenos a las plañideras de oficio) Precisamente por estas positivas realidades resulta absurdo que, en el futuro inmediato, la violencia en sus variadas manifestaciones siga cortando las esperanzas de un mundo mejor; más justo, más rico y dueño de sí. Desde la Universidad se convirtió en el abanderado por una academia comprometida con la nación, de ahí la pertinencia en el empeño por fundar unas Facultades de Sociología y Trabajo Social, así como en el fortalecimiento de la facultad de Derecho y Ciencias Políticas. El maestro Umaña Luna es el primer académico de la nación.

Pero fue, sin duda alguna, la Universidad Nacional su escenario natural, aquí se sintió primero como un hijo, y luego como un padre. Aquí es nuestro compañero. Aquí se forjó como nuestro camarada. La Universidad Nacional de Colombia es y será su casa. Reconoció en ella una síntesis de la Colombia real; aquí se deslumbró, y así me lo manifestó en muchas ocasiones, con las capacidades naturales de miles de jóvenes colombianos que hacen gala de verdadera sed de conocimiento y de sabiduría. En la Universidad Nacional de Colombia se sintió, como en ningún otro lugar, uno más de entre tantos de los colombianos cargados de problemas, invadidos de dudas frente a futuros inciertos; en ella fue eterno estudiante consagrado al mundo del estudio; en ella fue el revolucionario que levantó su voz gruesa y su puño firme para reclamar por la mejor educación para el pueblo colombiano, fue el eterno abanderado para exigir permanentemente el reconocimiento de la función pública de la universidad. Como estudiante, como profesor, como decano, como rector en la Libre, reconoció siempre la función social de la educación. Eduardo Umaña Luna es el Maestro de Maestros.

Hoy, hoy no venimos a decirle adiós. No venimos a depositar una flor marchita sobre su cuerpo. No venimos a elevar plegarias a ninguna forma metafísica. No venimos a estrechar las manos de sus deudos. Venimos a asegurarle al país, a esta nación que tanto amó, que el Maestro sigue vivo en sus ideas, sigue vivo en sus luchas, sigue vivo en sus libros, sigue vivo en los estudiantes de la Universidad Nacional de Colombia. Venimos a decirle a doña Chely, a sus hijos, a sus nietos y familiares, que su esposo y padre está presente en toda lucha reivindicatoria. Venimos a confirmar el testimonio de una vida consagrada en la lucha por las igualdades sociales. Maestro Eduardo Umaña Luna, Usted que me permitió ser su amigo, Usted que me permitió ser su bastón en la alborada de su vida, Usted que me permitió ser su discípulo, permítame decir en nombre de los estudiantes de la Universidad Nacional de Colombia, y de todos los jóvenes revolucionarios del país: Eduardo Umaña Luna, presente, presente, presente.



J. MAURICIO CHAVES BUSTOS.
Bogotá, mayo 30 de 2008.

Anónimo dijo...

Adiós y toda una vida para aprenderte y seguir tus firmes ideales de dignidad, libertad y justicia social.

Habitantes de la calle.