martes, 16 de octubre de 2007

Una semilla de esperanza

MARCHA CAMPESINA Y POPULAR

La semana pasada, más de 25.000 campesinos según la coordinadora agraria, 8000 según el periódico el tiempo, miles para todos los ibaguereños, se hicieron presentes en puntos estratégicos de la ciudad musical de Colombia; todos unidos reclamaron el abandono en el que se encuentran, el derecho a ser escuchados, a exponer sus problemáticas y necesidades; mostraron su inconformismo con un gobierno departamental el cual los abandono a su suerte y con el gobierno de Uribe Vélez el cual no solo los desconoce sino que los reprime y estigmatiza. Pero más allá de comentar cuales fueron las acciones que desarrollaron para hacerse escuchar, queremos contar cuales eran algunas de las razones puntuales que los convocó a la justa protesta.

Hacer conciencia en los colombianos sobre la necesidad de exigir la renuncia del presidente uribe y su vicepresidente santos; la necesidad de instaurar un gobierno democrático de amplia participación popular que les devuelva a los colombianos la soberanía nacional y la autodeterminación, en donde se respeten los derechos de los pueblos y no se criminalice la protesta social.

Igualmente, aseguran que el desarrollo económico que ha venido teniendo el país solo beneficia a los mismos de siempre, a los dueños de las grandes empresas, de los bancos, las tierras, etc. Pues ellos siguen viviendo la peor de las crisis, miseria generalizada, además carecen de centros de salud, escuelas, recursos de inversión, vías, etc.

Bajo estos parámetros los campesinos, indígenas y negritudes de todo el país mostraron el inconformismo acumulado de años de abandono y su firme convicción de que la única esperanza es la unidad y la organización; que es por medio de las asambleas, los cabildos, las juntas de acción comunal, las marchas, la legitima protesta que se pueden lograr cambios estructurales en pos de las mayorías oprimidas; estas que día a día se ven mas afectadas por políticas excluyentes como el actual Plan Nacional de Desarrollo, la ley de transferencias que recorta los recursos para la educación y la salud, el TLC que arremete contra nuestra seguridad alimentaría, la privatización de la salud, la educación y nuestros recursos naturales y la seguridad democrática acompañada del Plan Patriota que bajo el lema de la paz deja miles de muertos año tras año y agudiza aun más el conflicto social y armado que vive nuestro país.

Los campesinos partieron e Ibagué, volvió a ser la misma de siempre, la del mayor índice de desempleo, la de la pobreza, violencia y robo. En la dizque ciudad musical de Colombia, la conformidad volvió a nublar los cielos; mas sin embargo, los campesinos en lo profundo de las calles, han dejado la semilla del inconformismo, este que un día germinara, y no habra quien calle los gritos de protesta por una nueva sociedad de todos y para todos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

que viva el movimiento campesino, a estructurar el movimeinto popular: campesinos, obreros, estudiantes, sectores oprimidos unidos contra el regimen paramilitar.

Anónimo dijo...

que despierte el inconformismo de todos los sectores populares, que viva el movimiento estudiantil, campesino e indigena

Habitantes de la calle.